Una encía sana no debe sangrar, por lo que, normalizar la aparición de un hilito de sangre con el cepillado es un error que puede agravar el futuro diagnóstico. Es importante destacar que estas situaciones son habituales de una boca con problemas periodontales, por lo que una visita al dentista es primordial para evitar futuros problemas más graves.
Muchos de nuestros pacientes llegan a nuestra consulta preocupados porque, después de lavarse los dientes y al terminar el cepillado, aparece sangre entre la espuma de la pasta de dientes. “¿Es grave?”, nos preguntan.
Aunque es una situación muy habitual, evidentemente no es normal ni sano que las encías sangren. De hecho, el sangrado es una señal de que las encías están inflamadas, por lo que hay que prestarle atención al igual que lo haríamos si se nos inflama el labio o un dedo.
Entre las razones más habituales del sangrado de encías, encontramos varias enfermedades periodentales, como la gingivitis o la periodontitis. Ambas ocurren cuando se ha acumulado placa bacteriana en la superficie de los dientes y alrededor de las encías y termina por debilitarlas.
Nuestra recomendación es acudir a la consulta de un profesional ante los primeros síntomas de sangrado de encías para que identifique la causa que lo está provocando.
Las encías pueden sangrar por diferentes motivos:
No debemos descuidar nuestra higiene bucodental bajo ninguna circunstancia, por lo que igualmente es importante que no dejes de limpiar tus dientes por el mero hecho de que exista un sangrado. Dado que la causa más común del sangrado de encías está relacionada, como decíamos antes, con la infección por bacterias (gingivitis), reducir el número de higienes bucodentales diarias solo agravará el problema. Son muchos los pacientes que nos consultan “¿por qué me sangran las encías?”, y desde nuestro Centro podemos ayudarles a responder a esta pregunta.
La mejor forma de evitar el sangrado de encías, e incluso reducirlo, es tener una buena higiene bucodental. Para ello, hay que asegurarse de que durante el cepillado se recorren todas las zonas, insistiendo tanto en la parte interna como externa de los dientes, la lengua, el paladar y las propias encías.
Estos son algunos de los signos que pueden indicar que el sangrado puede deberse a una lesión momentánea o un proceso hormonal:
Por supuesto, la señal más clara de que nuestra boca goza de buena salud será el hecho de que no se produzca ningún tipo de sangrado. Si el cepillado de los dientes se realiza de una forma adecuada (sin demasiada brusquedad como para crear daños en la encía), lo más probable es que el
sangrado esté originado por la acumulación de placa bacteriana y sarro
en la encía.
Ante la pregunta “¿por qué me sangran las encías?”, como expertos en periodoncia, te recomendamos que
acudas a nuestro Centro Médico y Dental en San Juan de la Rambla, en Tenerife Norte para que podamos diagnosticar la causa de la aparición del sangrado, iniciar un tratamiento y supervisar la evolución del mismo. Abordar una afección de este tipo a tiempo puede evitar que en un futuro tengas que someterte a un proceso quirúrgico por una infección severa.
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